miércoles, 18 de noviembre de 2015

HUERTO EN EL ÁTICO

Michael es hortelano, labora la tierra. Lo que le diferencia de otros colegas de oficio, sin embargo, es que él, cada día, para llegar a su huerto entra en un ascensor y pulsa el botón de la planta 11. Quizás también haga ese gesto tan urbano de levantar el mentón y mirar al frente sin horizonte, hasta que se abren las puertas del ascensor y sale al terrado. Así comienza su jornada laboral en el pionero Brookling granch.

Los huertos urbanos aprovechan los terrados en desuso y tienen un gran potencial: mejoran la calidad de vida urbana, crean puestos de trabajo, facilitan el acceso a verduras frescas y saludables y procuran educación ambiental y agrícola a todos aquellos que viven en la ciudad y la aman. Una de las cuestiones que divide mas entre campo o ciudad es entre lejanía o proximidad.

Hoy los alimentos que se ponen en la mesa pueden provenir de cualquier punto del planeta, y esto implica largos transportes, lo que supone más consumo de energías fósiles, más contaminación, también la necesidad de conservación de alimentos (aditivos, irradiación de alimentos y otros alimentos exceso de envasado y embalaje (mas residuo) y desde luego perdida de frescura (merma de sabor, aroma y de valor nutricional). Además el transporte de estos alimentos causan hasta la mitad de las emisiones actuales de CO2.

Las frutas y verduras de temporada y proximidad del cultivo de estas, apoyan las economías locales y conocer de primera mano de donde procede lo que ingerimos y con que método se produce. El cultivo urbano hace una mejora integral de la sostenibilidad urbana. Para conseguir ciudades sostenibles se deberá integrar la producción, el procesado, la distribución y el consumo de alimentos en el entorno ambiental y conocimiento del lugar. Con un modelo donde se cierren los ciclos localmente, es decir, se reutilicen los residuos orgánicos de los habitantes de la ciudad para abonar sus huertos.

La función social de los huertos urbanos es un hecho constatado, tanto en las sociedades más opulentas como en las más desfavorecidas. Los huertos urbanos municipales nacieron en 1997 vinculados a un colectivo de jubilados y actualmente se han abierto a grupos con discapacidades. También fomentan la integración social de los inmigrantes y el sentimiento de pertenecer al lugar.

En España es un movimiento popular de enfoque social que persigue crear comunidad, que destaca la existencia de un recurso de suelo cultivable y que ejerce presión a las administraciones para que protejan el territorio y lo destinen al abastecimiento local.




Fuente: www.magazinedigital.com

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